martes, 3 de noviembre de 2015

Diario de campaña 3-11-2015



        Estas pueden ser las elecciones generales más importantes en mucho tiempo. En primer lugar, el bipartidismo del Partido Popular y el Partido Socialista Obrero Español puede bajar del  tradicional 80% de votos que suelen recabar ambos al 50%; la consuetudinaria alternancia en el poder de los dos partidos podría interrumpirse por un tercero; y, en caso de que uno de los dos alcance el gobierno, necesitará apoyarse en una fuerza política nueva y no nacionalista. En segundo lugar, el centro vuelve a ser la respuesta a todas las preguntas, aquellos partidos que se identifican demasiado con uno de los polos: derecha (Vox) o izquierda (IU) condicionan su posibilidad de crecer y quizá les aguarda la mera supervivencia. A UPyD le sucede lo mismo por el centro, demasiados partidos circulando por el mismo carril. Los otros cuatro, PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos han de repartirse un electorado muy volátil y promiscuo, los dos primeros deberán asegurar su suelo y los dos últimos conquistar el cielo. En tercer lugar, a pesar de la crisis institucional del régimen del 78, de la pobreza y la desigualdad provocadas por la crisis económica y el austericidio, la mayoría de ciudadanos todavía se resiste a liquidar el bipartidismo o a lanzarse a la aventura de desafiar a la UE como en Grecia. En cuarto lugar, la izquierda y ese partido "llamado a ocupar la centralidad del tablero" no han convergido en una candidatura de unidad popular partidaria de establecer un proceso constituyente en torno a una reforma del sistema democrático que luche contra la corrupción y profundice en la buena gobernanza, que asegure el Estado del Bienestar, que apruebe de manera urgente un plan de choque contra la pobreza y la desigualdad y que instaure un nuevo modelo productivo. En quinto lugar, el relevo en la jefatura del Estado, la escasa movilización de base, la mejora económica de unos pocos, el miedo al cambio revolucionario o al gradualismo, el cansancio y el hartazgo por unas movilizaciones sin fruto, la represora ley mordaza, unos candidatos que no ilusionan o directamente repelen o ninguna de las anteriores, nos colocan ante las elecciones más importantes en mucho tiempo...