viernes, 17 de junio de 2011

Visión derechil del 15- M

La derecha reclacitrante dispone de una inventiva exuberante capaz de elaborar las teorías de la conspiración más rocambolescas y presentarlas ante la opinión pública sin reparos, sin escrúpulos y sin vergüenza.
La última de esas elucubraciones paranoides se concentra en torno al movimiento del 15-M.
Alfredo Pérez Ruralcaba, el próximo candidato a Presidente del Gobierno por el PSOE, es la más seria amenaza en el caminio de Mariano Rajoy hacia la Moncloa, esa es la razón por la cual confluyen hacia él todas las críticas, insidias, falacias.
Freddy el Químico, Fouché o Rasputín es el cerebro del 15-M. El Ministro del Interior organizó todo el tinglado según el modelo del "pásalo" post 11-M. El objetivo sería violentar a los políticos del PP, cercar las sedes y evitar la victoria segura de Rajoy. Las pruebas contra el Ministro se situarían en la permisibilidad de las fuerzas del orden que toleraron la acampada en la jornada de reflexión y que no han actuado cuando la "ocupación ilegal" se ha prolongado en el tiempo con el consiguiente disgusto de los comerciantes. Esa sería la prueba de cargo de que los indiganados son, en realidad, el somatén del que se vale y se valdrá el PSOE para amedrentar a sus enemigos.
Los recientes sucesos en la sesión del Parlament catalán parece que corroboran sus tesis. Las imágenes de representantes de la soberanía popular acorralados, escupidos, zarandeados o rociados con spray no resulta justificable ni aunque se estuviera consumando una agresión en forma de recortes sobre los derechos que consagra el estado de bienestar. La actuación de esa minoría de la que se ha desmarcado el 15-M y que ha condenado sin paliativos, ha servido a los ultracentristas para escarbar en la ideología de estas personas. En opinión de los comentaristas de la derechona esta manera de actuar es la kale borroka, el estilo de las camisas pardas, la revolución bolchevique, la manera de conducirse de las SA y las SS durante la república de Weimar. Como se aprecia un totum revolutum de agitación.
Resulta curioso resaltar la defensa de la democracia tan acérrrima de los comentaristas, (gran parte de ellos filofranquistas defensores del golpe y del régimen dictatorial). No deja de resultar curioso y nos conglatulamos de ello, que defiendan la inviolabilidad de los diputados. Nos emociona sobremanera su recién adquirida convicción democrática contra el atropello a la soberanía nacional, aunque sea la soberanía de un parlament nacional catalán tan centralistas ellos.
Los titulares del 16 de junio en verdad ponían la carne de gallina:
La Razón:
-Democracia secuestrada. -"Tejerazo" rasta
ABC:
-Ataque a la democracia
La Gaceta:
-Asalto a la democracia
Libertad Digital:
-Asalto callejero al estado de derecho.
COPE:
-Inútil nihilismo callejero.
El Mundo:
-"Los indignados cruzan la línea roja y agreden a los políticos.

Y observen este enlace sobre el programa El Círculo de Telemadrid presentado por María López:

http//www.youtube.com/watch?v=AeFqUefwkF0

¿Un ejemplo feo de manipulación política? ¿Una muestra de mala praxis periodística?
Para la dirección de informativos de TeleMadrid (en lugar de esconderse y pedir disculpas) la polémica es "gratuita" porque "el fondo de lo que se cuenta se maniene". "La violencia de los disturbios de Barcelona está ahí y no tiene precedentes. En violencia no desmerecieron a Grecia".
Un programa informativo que desinforma, que ilustra una noticia con otras imágenes (es tan burdo que ni siquiera borran con photoshop las banderas griegas o las letras del alfabeto heleno de los escudos), que no confía en sus argumentos y necesita confundir con escenas más impactantes. Fenomenal desprecio a la inteligencia del espectador. Este es el modelo de televisión del que no se queja Cospedal. Esta es la clase de medio degradado que Esperanza Aguirre desmantelaría (si la ley le dejara) para privatizar por piezas a bajo precio.

Con motivo de la jornada de concentraciones del 19-J a los ultracentristas les vino muy bien la imagen de seis columnas avanzando hacia Madrid. Les retrotraía a lo mejor de la historia: los bárbaros a las puertas de Roma, Atila y sus Hunos, Franco avanzando hacia la capital, Hitler entrando en París, los tanques soviéticos aplastando la insurreción de Praga...
Hordas de perroflutas, la marcha verde de esta gentuza, la olla podrida que va a llenar de liendres, mugre y orín la ciudad. Escondan a las mujeres, que la gente de bien cierre sus comercios.
¿Armarán al pueblo como en el 36?, se preguntaba César Vidal.
Son únicos asustando ancianas. Permanezcamos atentos a sus sandeces.

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