lunes, 7 de diciembre de 2009

REPORTAJES SONROJANTES DE ACÉRRIMO MADRIDISMO
El diario deportivo "Marca" publicó en páginas centrales un reportaje con el siguiente titular demoledor: "El padre de la patria catalana brindando con champán francés" y la pieza se ilustraba con dos fotografías en las que Joan Laporta, presidente del F.C. Barcelona, festejaba el triunfo de su equipo ante el Real Madrid en una discoteca de la Ciudad Condal. En las imágenes, el presidente estaba bailando, exhudaba abundantemente, lo que se deducía por la camisa empapada, y sujetaba en las manos un puro y la botella de champán francés aludida.
Referirse a Joan Laporta como "el padre de la patria catalana" supone una hipérbole malintencionada con fines de exageración ridículizadora. Laporta ha manifestado su ideología nacionalista catalana, lo cual no puede ni debe ser reprochado, salvo por la deriva en la que, en ocasiones, ha involucrado a un club que debe estar por encima de la ideología de sus directivos y de cualquier ideología. En una situación ideal, los equipos de futbol, al igual que las selecciones, se apartarían de cuestiones políticas, sin embargo, la realidad demuestra que esto no es así. Ya dijo Manuel Vázquez Montalbán que el Barça era el ejército simbólico de Cataluña. Una nación sin Estado que se vengaba del centralismo y del oprobio de Madrid ganandoles la Liga, la Copa y la Champions, y, pese a que, el resto de equipos catalanes puedan tomárselo a mal, muchos barcelonistas lo sienten así, lo expresan así y lo creen así.
Laporta, al conocer este ataque hacia su persona, de un medio próximo al madridismo, ha reaccionado desviando el tiro por elevación: le censuran a él como una manera de atacar y tratar de desestabilizar a su equipo, identificándose con el club, al modo en el que los nacionalistas identifican los reproches hacia ellos con ataques a la Patria.
Una segunda parte del titular juzga incoherente que un nacionalista brinde con champán y no con cava, lo cual resulta tan zafio como pretender que un madrileño tome porras acompañando todas las comidas. Abundando, el redactor podría preguntarse por qué no cenó butifarra o dónde dejó la barretina.
Para concluir, se censura el despilfarro que supone gastar 100 euros en una botella. Llegados a este punto es necesario poner en antecedentes al lector: esta crítica pretende contrarestar las que el máximo dirigente del Barcelona dedicó a Florentino Pérez, su homólogo en el Madrid, por el gasto en fichajes de esta temporada. Ni por cantidad, 225 millones frente a 100 euros, ni por calidad: un despilfarro en una fiesta, que además se puede permitir y que seguramente no pagó el club, frente a tamaño desembolso, que, en época de crisis tiene sentido censurar y que ya veremos si es inversión productiva o dinero malgastado...
En definitiva, por este camino el diario "Marca" podrá seguir siendo un referente de la prensa en cuanto a lectores, pero por lo que respecta al periodismo se degrada con reportajes como este.